lunes, 10 de enero de 2011

La cara, la cruz y el canto

Gabrielle, que mala suerte conocer tu existencia de esta manera. Porque por guapa como que no, vamos que no destacas por ello. Y como política yo diría que tampoco. En pocas palabras, que no llamas la atención por nada en especial salvo por ser la esposa de un astronauta.

Pero lo que hace un tiro en la cabeza disparado por un descerebrado. Y encima vas y sobrevives. Lo malo es, por lo que parece, que vas a perder el habla. Te veo de pensionista retirada anticipadamente porque que va a hacer un político que no puede hablar. Nada. Ya digo que es mala suerte.

Y todo esto nos hace ver la cara, la cruz y el canto del Dolar. La cara, la extrema solidaridad que estos casos despierta entre tus conciudadanos. La cruz, la extrema violencia que entraña vuestras campañas electorales.  Y el canto. ¡Ay, el canto! El canto se lo vamos a dar a esa manía que teneis de condenar a muerte a todo aquel que comete barbaridades como la que te han hecho a tí, sin pensar que sois vosotros lo que provocais las mismas.